Anecdotario olímpico


Anecdotario Olímpico

"Aquí
va una visión particular sobre la Olimpiada de ajedrez. Un lugar
lleno a rebosar de ajedrecistas es un hervidero de anécdotas, y
éstas son algunas de las que yo viví. Contadas de una forma muy
personal, tan personal que quizá a mucha gente no le interesen,
pero que refleja lo que sentimos los que disfrutamos de esta Olimpiada"

El Hotel
Toplice

Este pequeño
hotel, con unas inmejorables vistas al famoso lago de Bled, es uno
de los lugares sagrados del ajedrez, y gracias a la sensibilidad
de sus propietarios y a la afición existente en Eslovenia por nuestro
juego, conserva algunos recuerdos de ese honorable pasado. Como
muestra, un poco de historia:

Tres fueron los
grandes torneos internacionales que tuvieron lugar allí. El primero,
en 1931, impulsado por el admirado jugador local Vidmar, y que reunió
nada menos que a Alekhine, Tartakower, Bogoljubow, Nimzowitsch,
Spielman, Maroczy, Colle, Pirc… Tan sólo Euwe, Rubinstein y Capablanca
(en su momento de mayor enemistad con Alekhine) rehusaron participar.
Y a falta de su principal rival, la victoria fue aplastante para
Alekhine.

Son muchas las
anécdotas que se cuentan de aquel torneo, como por ejemplo que por
primera vez trascendieron en público los problemas de Alekhine con
la bebida, que la reina de Yugoslavia fue una de las asistentes
al torneo, o que un despistado se acercó a la mesa donde jugaba
Bogoljubow y le pidió fuego en mitad de su partida. Existe un libro
del torneo que es una verdadera joya.

Muchos años más
tarde, también en este hotel, se vivió una particular rivalidad
entre Tahl y Fischer. En 1959 se jugaron allí las dos primeras vueltas
del Torneo Interzonal (las dos restantes se repartieron entre Zagreb
y Belgrado), del que resultó ganador Tahl, quien además le endosó
un 4-0 al jovencísimo Fischer, que por entonces sólo tenía 16 años.
En 1961 se celebró de nuevo un torneo internacional, en el que se
reunieron prácticamente todos los participantes de aquel interzonal,
más algún otro, y aunque el triunfo correspondió una vez más a Tahl,
también por delante de Fischer, el norteamericano pudo obtener su
primera victoria ante el ruso. Las fotos de estos grandes jugadores
aún adornan los salones del Toplice, o al menos lo hacían durante
la Olimpiada.

En esta ocasión,
el Toplice acogió al equipo ruso y a toda la very important people
del politiqueo ajedrecístico: Campomanes, Makropoulos, Iliumzhínov…
También hubo, cómo no, anécdotas. Al segundo día de estancia allí,
Kasparov bajó a recepción hecho una furia, porque se había enterado
de que no le habían asignado la mejor habitación del hotel, y quería
una explicación. Habría estado bien que alguien le hubiera
respondido que «desde que se alojó Bobby Fischer en ella, se
conserva como recuerdo, y nadie más ha vuelto a utilizarla…»
.

Euros, gallifantes
y tolars
Cuando a
lo largo de un viaje uno se ve obligado a manejarse con diferentes
monedas extranjeras (con el consiguiente lío) para simplificar se
tiende a llamarlas a todas con el mismo apodo, o al menos eso saco
de mi propia experiencia y de los comentarios de otros viajeros.
Así, el mundo queda dividido en la ‘zona euro’, la ‘zona dólar’,
y el llamado ‘resto del mundo’. Y libras, dracmas, dinares, tolars,
pesos o rublos reciben un nombre común. Yo siempre los he llamado
a todos «gallifantes». Patricia emplea el término «chilifurcios».
Y un compañero malagueño que me acompañó en un viaje a Irak tuvo
un golpe de mucha gracia al bautizar a los billetes con el careto
de Saddam como «mortadelos».

Concretamente,
la moneda de Eslovenia es el ‘tolar’. Un euro venían a ser unos
230 tolars aproximadamente. El precio de una cerveza eran 300 tolars,
una buena cena andaba entre los 2000 o los 3000 tolars (muy barato!),
y el sueldo medio de un funcionario anda por los 150.000 tolars,
poco más de 100.000 pts, siendo una de las antiguas repúblicas yugoslavas
con mejor nivel de vida.

Al principio
aquello de ‘tolar’ nos sonaba a una especie de imitación del dólar,
algo que tampoco hubiera sido extraño dado que Eslovenia es un país
con apenas diez años de vida como tal. La sorpresa me la dio Alfonso
Romero, cuando publicó en su crónica para la revista Jaque que había
sido precisamente al revés: según sus averiguaciones, fue el tolar
el que inspiró la aparición del dólar, al ser de origen checo/esloveno
los encargados de la fábrica de moneda y timbre del imperio estadounidense.
¡Qué cierto es aquello de que no se acuesta nunca uno sin haber
aprendido algo nuevo!

Una jugadora
afortunada…

Creo que una
de las jugadoras más afortunadas de la Olimpiada fue mi buena amiga
Patricia Llaneza. Debutaba en una Olimpiada, lo cual ya es motivo
más que de sobra para hacer feliz a cualquiera. Celebró su 23 cumpleaños
en Bled, rodeada de amigos de todas partes del mundo. Consiguió
la medalla de bronce en el tercer tablero, y a punto estuvo de hacer
norma de GM. Pero no queda ahí la cosa: por si todo esto fuera poco,
un lanzado lugareño le pidió matrimonio a nuestra ajedrecista. Lamentablemente
no fue correspondido, por lo que no podemos hablar de final feliz
(al menos, feliz para el esloveno).

… y otros
con mucha peor suerte

Stuart Conquest
llegó a Bled cuando la Olimpiada ya iba por la tercera o cuarta
ronda. El motivo fue el siguiente: Justo el día anterior a su viaje
a Eslovenia, sufrió en Londres el robo del maletín en el que llevaba
su ordenador portátil, junto con toda su documentación -incluído
el pasaporte- y una respetable cantidad de dinero en efectivo. Afortunadamente
no se trató de un robo con violencia, pero Stuart estaba muy desanimado
de todas formas. Tan pronto como pudo solucionar los papeleos para
obtener un nuevo pasaporte se incorporó al equipo inglés.

Parecida o peor
suerte corrió Carlos Santos, de Portugal. Para empezar, encajó cinco
derrotas consecutivas. Continuó con una pésima racha en el casino,
que le hizo perder una cantidad increíble de gallifantes (yo creo
que a las fichas de casino también se les puede llamar así). Luego
sufrió el robo de su cartera en el mítico pub ‘El Faraón’ (donde
muchos perdieron la cabeza), con documentos, tarjetas de crédito…
y por último, ya de vuelta en el aeropuerto de Lisboa, y cuando
se creía a salvo de más desgracias, en un momento de despiste le
robaron también el portátil.

Bled, paraiso
turístico

Es difícil describir
el ambiente mágico que tiene Bled, y más aún en otoño, con todo
cubierto de hojas y de colores dorados. Lo más acertado que se puede
decir es que parece un paisaje sacado de un cuento de hadas. La
iglesia en medio de la isla del lago tiene algo de fantasmal, y
lo mismo el castillo que domina todo el valle, construído en un
risco al borde del agua. Alguien con un poco de mala leche comentó
que Eslovenia tenía «todo lo bonito de Suiza, pero además sus habitantes
eran amables». Para quien le guste la montaña, desde luego, no puede
imaginarse un lugar mejor. Ríos y lagos de aguas cristalinas, gargantas,
cuevas, montañas nevadas… Mucha gente, como Psakhis, madrugaba
para dar un largo paseo siguiendo todo el contorno del lago, unos
siete kilómetros en total.

Un poco de
música

Había dos hoteles
que solían convertirse en centro de reunión: el Toplice, ya mencionado,
donde la gente gustaba de tomarse algo tranquilamente, y el Park,
mucho más animado, donde se alojaban los españoles y que, por su
cercanía a los pubs y al casino, solía ser el lugar elegido para
tomarse la primera copa. En ambos había había un piano, y en el
Park pudimos disfrutar de varias actuaciones improvisadas por ajedrecistas:
El israelí Sutovsky dio toda una exhibición, ya que no sólo tocaba
sino que también cantaba (menuda voz tiene el tío). Por su parte,
la alemana Elisabeth Paethz, campeona del mundo juvenil, también
se reveló como una virtuosa del piano, acompañada por su novio.

Obvia decir que
no nos libramos en Eslovenia del dichoso ‘Aserejé’, e incluso en
el pub ‘Latino’ nos ponían la discografía completa de ‘Las Ketchup’,
aparte de Shakira, Enrique Iglesias… Hasta llegamos a escuchar
a Manolo Escobar.

Papá
Kirsan

Somos una familia,
dice el lema de la FIDE, y parece que Kirsan quiere ser algo así
como el padre adoptivo de todos nosotros. El día que se confirmó
su victoria en las elecciones de Kalmikia, la organización pidió
por megafonía un aplauso para el Presidente justo antes del inicio
de las partidas. La propuesta fue secundada con moderado o más bien
escaso entusiasmo por la mayoría de los ajedrecistas.

La mayor sorpresa
se produjo el día de la llegada del flamante Presidente a Bled.
Todos los jugadores se encontraron al regresar a su habitación con
que habían sido obsequiados con el «kit Kirsan». Una bolsita con
el lema «Kirsan with FIDE, FIDE with Kirsan», que contenía una camiseta,
una gorra, una chapa, un pin, un bolígrafo, un calendario… todo
ello adornado con el careto del presidente y el lema de marras.
A veces los políticos no saben medir la línea que separa la propaganda
del ridículo, quizá porque carecen por completo de vergüenza.

La Bermuda
Party

Siendo la primera
vez que visitaba una Olimpiada, una de las cosas que descubrí y
que más me sorprendió (gratamente), fue la llamada «Bermuda Party».
Por lo visto, es una tradición muy arraigada que, la noche previa
a uno de los días de descanso, los jugadores de las islas Bermudas
organicen una macrofiesta a la que prácticamente acuden todos los
ajedrecistas, con muy contadas excepciones. Y estamos hablando de
una asistencia de unas 1.500 personas, que no es poca cosa.

Al llegar allí,
nos encontramos con los anfitriones elegantemente ataviados, con
chaqueta, corbata, zapatos… pero con pantalones bermudas, no podía
ser de otra forma. Por lo visto, con esas pintas allí es habitual
salir a la calle o irse a la oficina, sin que nadie se extrañe.
Pero las escenas más pintorescas aún estaban por llegar. Si alguien
llega a decirme antes de hacer este viaje que algún día iba a ver
a Ivanchuck bailando «Aserejé», o al grandullón Speelman desmelenarse
con «You can leave your hat on» (el tema principal de nueve semanas
y media), me hubiera reído de buena gana. Pero así fue, y puedo
prometer (aunque alguno no se lo creerá) que no se trataban de alucinaciones
mías por abusar del zganje.

Un par de días
más tarde nos enteramos de que durante la fiesta se había producido
una desaparición. Un jugador cuyo nombre y equipo no citaremos,
por discreción, no volvió a dar señales de vida hasta dos días después
de la bacanal, para preocupación de su delegado y sus compañeros.
¿Será por lo mismo por lo que a veces desaparecen barcos en el triángulo
de las Bermudas? Sospechoso, muy sospechoso.

Los Patrocinadores
de la Olimpiada

¿Quién había
dicho que el ajedrez no atrae patrocinadores? En Eslovenia pudimos
ver muchas y muy variadas empresas que prestaron su apoyo a nuestro
deporte. En primer lugar hay que citar a la marca de cerveza Lasko
(www.pivo-lasko.si/),
que quizá no fue la que hizo una mayor aportación económica, pero
indiscutiblemente fue la que proporcionó mejores ratos a los ajedrecistas.
Hay que decir que la cerveza en Eslovenia, al igual que en la mayoría
de los países del este, es de muy buena calidad, con menor graduación
que aquí, un sabor algo más suave, y bastante barata. Y habitualmente
se sirve de medio litro en medio litro. Así que no es de extrañar
que el stand de Lasko, en una gran carpa cercana a la sala de juego,
estuviera permanentemente lleno de gente.

Sin embargo el
patrocinador estrella era el que financió la participación de la
seleccion australiana: la marca de preservativos Jaque Mate (www.getcheckmate.com.au/index.html).
Fueron muchos los comentarios jocosos que esto provocó, incluso
en RNE, donde el compañero Leontxo bromeó sobre el asunto. Creo
que fue Alexander Wohl quien, vistiendo una camiseta de Condones
‘Jaque Mate’, y con una cerveza Lasko en la mano, dijo aquello de
que «lo importante es tener satisfechos a los patrocinadores».

Kasparov vuelve
al redil

Una de las noticias
del año en el mundillo ajedrecístico fue el regreso de Kasparov
a la tutela de la FIDE. Y no sólo ha vuelto al redil, sino que además
se ha convertido en el cordero más manso del rebaño. Sin embargo,
en el congreso que tuvo lugar durante la Olimpiada, se llegaron
a decir cosas que yo nunca creí que escucharía. Por ejemplo, al
respecto de los próximos matches de reunificación, fue memorable
cuando Kasparov dijo, con su habitual vehemencia, que «los jugadores
no son quién para imponer condiciones a la FIDE». No sé cómo hicieron
los asistentes para contener la carcajada, pero fue probablemente
la frase más comentada en los corrillos a la salida. Kasparov se
desdice de todo lo que estuvo defendiendo durante 15 años, y de
casi todo lo que escribió en su autobiografía. ¿Volverá a cambiar
de opinión pasados unos meses? Tiempo al tiempo.

Viajeros somos…
…y en el camino
nos fuimos encontrando. Aunque Ljubljana cuenta con su propio aeropuerto,
algunos optamos por viajar a través de aeropuertos vecinos, como
Klagenfurt (Austria) o Trieste (Italia), que contaban con una mayor
oferta de vuelos, y luego enlazar luego con Bled por tren. En mi
caso, volé de Londres a Trieste, una ciudad con bastante encanto,
donde el aventurero y explorador Sir Richard F. Burton (no confundir
con el actor), durante uno de sus breves periodos de sedentarismo,
tradujo al inglés obras clásicas como el Kama Sutra, Las mil y una
noches, o el Ananga Ranga.

Ya en la estación
de tren, a punto de partir, me encontré con un variopinto grupo
de personas, y cuál no sería mi sorpresa cuando me di cuenta de
que todos ellos eran ajedrecistas: jugadores de Chile, Puerto Rico,
e incluso un par de aficionados ingleses a los que reconocí porque
-casualidades de la vida- había coincidido con ellos en el metro
de Londres esa misma mañana, camino del aeropuerto, y luego en la
cola para facturar. Surgió entre todo el grupo la típica complicidad
y camaradería que se da en estos casos, y recuerdo con especial
cariño a una simpática pareja, la jovencita Paula Reyes y su padre,
Manuel, que venían de visitar Venecia, y que tras la Olimpiada continuaron
su viaje hasta Grecia, al Campeonato Mundial juvenil.

También al marcharnos
se dieron bastantes encuentros casuales y curiosos. Yo viajé hasta
Venecia acompañado de Leontxo García y de su esposa, y tras despedirnos
allí, en el par de días que me tomé para conocer la ciudad, me tropecé
con muchas caras conocidas. Y es que ya sabemos que esto del ajedrez
para muchos es principalmente una excusa para hacer turismo a su
manera.

Personas y
personajes

Hay muchas, muchísimas
personas que han hecho de éste un viaje muy especial:

Patty y Romero,
mis infatigables compañeros de juerga, quienes vieron recompensado
su buen hacer en la Olimpiada con sendas medallas. Nos lo pasamos
tan bien que ya tenemos ganas de repetir, aunque haya que viajar
hasta Kenia. Y el resto del equipo español, Pablo, Julen, Paquito
y Jordi, que son también unos tíos cojonudos.

Leontxo, un compañero
de viaje excepcional, con quien compartí apartamento durante esos
17 días, y a quien recomiendo fervientemente que escriba guías de
viaje, porque es lo suyo. Nos hizo incontables favores a más de
uno, como cuando se prestó a hacer de chófer en varias aventuras
al otro lado de la frontera austríaca, llegando a ser muy popular
entre los aduaneros.
El equipo de
Portugal al completo (Galego, Dámaso, Santos…), que siempre estaban
ahí cuando se les necesitaba (hablo de los pubs, cómo no). Nocturnos
y parranderos empedernidos, incluso superamos las hazañas de Creta.
Les debo una visita a Lisboa que prometo hacer en cuanto tenga ocasión.
El amigo Alexander
Wohl, con quien charlamos sobre algunas cosas importantes de la
vida mientras nos tomábamos una cerveza (bueno, muchas cervezas).
Manuel Weeks,
un australiano de origen andaluz, que habla con una divertida mezcla
de acento inglés y malagueño, y que es uno de los grandes animadores
de la Olimpiada.
El «cazador de
tiburones», que amenaza con organizar en Menorca la mayor Bermuda
Party de la historia.
Y el resto de
personajes que pululaban por allí: Los amigos de Andorra. Las eslovenas,
que eran todas muy guapas y simpáticas (si no lo digo, reviento).
Mohamed, el argelino, por lo que nos reímos con él. Los de las islas
Feroe, que no la apeaban en todo el día. El sinvergüenza de la pajita,
que siempre estaba armándola en el Faraón, y casi se queda a vivir
allí. El keniano, negro como un tizón y que era todo sonrisa, con
un nombre demasiado complicado para recordarlo. El chiflao con cara
de vampiro que daba la brasa a Patty y Romero, y al que yo no hacía
más que esquivar. Los de Angola, la Pokorna…

David Llada.-

Aquí va una visión particular sobre la Olimpiada de ajedrez. Un lugar lleno a rebosar de ajedrecistas es un hervidero de anécdotas, y éstas son algunas de las que yo viví. Contadas de una forma muy personal, tan personal que quizá a mucha gente no le interesen, pero que refleja lo que sentimos los que disfrutamos de esta Olimpiada.

El Hotel Toplice
Este pequeño hotel, con unas inmejorables vistas al famoso lago de Bled, es uno de los lugares sagrados del ajedrez, y gracias a la sensibilidad de sus propietarios y a la afición existente en Eslovenia por nuestro juego, conserva algunos recuerdos de ese honorable pasado. Como muestra, un poco de historia:

Tres fueron los grandes torneos internacionales que tuvieron lugar allí. El primero, en 1931, impulsado por el admirado jugador local Vidmar, y que reunió nada menos que a Alekhine, Tartakower, Bogoljubow, Nimzowitsch, Spielman, Maroczy, Colle, Pirc… Tan s?lo Euwe, Rubinstein y Capablanca (en su momento de mayor enemistad con Alekhine) rehusaron participar. Y a falta de su principal rival, la victoria fue aplastante para Alekhine.

Son muchas las an?cdotas que se cuentan de aquel torneo, como por ejemplo que por primera vez trascendieron en p?blico los problemas de Alekhine con la bebida, que la reina de Yugoslavia fue una de las asistentes al torneo, o que un despistado se acerc? a la mesa donde jugaba Bogoljubow y le pidi? fuego en mitad de su partida. Existe un libro del torneo que es una verdadera joya.

Muchos a?os m?s tarde, tambi?n en este hotel, se vivi? una particular rivalidad entre Tahl y Fischer. En 1959 se jugaron all? las dos primeras vueltas del Torneo Interzonal (las dos restantes se repartieron entre Zagreb y Belgrado), del que result? ganador Tahl, quien adem?s le endos? un 4-0 al jovenc?simo Fischer, que por entonces s?lo ten?a 16 a?os. En 1961 se celebr? de nuevo un torneo internacional, en el que se reunieron pr?cticamente todos los participantes de aquel interzonal, m?s alg?n otro, y aunque el triunfo correspondi? una vez m?s a Tahl, tambi?n por delante de Fischer, el norteamericano pudo obtener su primera victoria ante el ruso. Las fotos de estos grandes jugadores a?n adornan los salones del Toplice, o al menos lo hac?an durante la Olimpiada.

En esta ocasi?n, el Toplice acogi? al equipo ruso y a toda la very important people del politiqueo ajedrec?stico: Campomanes, Makropoulos, Iliumzh?nov… Tambi?n hubo, c?mo no, an?cdotas. Al segundo d?a de estancia all?, Kasparov baj? a recepci?n hecho una furia, porque se hab?a enterado de que no le hab?an asignado la mejor habitaci?n del hotel, y quer?a una explicaci?n. Hubiera estado bien que alguien le hubiera respondido que «desde que se aloj? Bobby Fischer en ella, se conserva como recuerdo, y nadie m?s ha vuelto a utilizarla…».

Euros, gallifantes y tolars
Cuando a lo largo de un viaje uno se ve obligado a manejarse con diferentes monedas extranjeras (con el consiguiente l?o) para simplificar se tiende a llamarlas a todas con el mismo apodo, o al menos eso saco de mi propia experiencia y de los comentarios de otros viajeros. As?, el mundo queda dividido en la 'zona euro', la 'zona d?lar', y el llamado 'resto del mundo'. Y libras, dracmas, dinares, tolars, pesos o rublos reciben un nombre com?n. Yo siempre los he llamado a todos «gallifantes». Patricia emplea el t?rmino «chilifurcios». Y un compa?ero malague?o que me acompa?? en un viaje a Irak tuvo un golpe de mucha gracia al bautizar a los billetes con el careto de Saddam como «mortadelos».

Concretamente, la moneda de Eslovenia es el 'tolar'. Un euro ven?an a ser unos 230 tolars aproximadamente. El precio de una cerveza eran 300 tolars, una buena cena andaba entre los 2000 o los 3000 tolars (muy barato!), y el sueldo medio de un funcionario anda por los 150.000 tolars, poco m?s de 100.000 pts, siendo una de las antiguas rep?blicas yugoslavas con mejor nivel de vida.

Al principio aquello de 'tolar' nos sonaba a una especie de imitaci?n del d?lar, algo que tampoco hubiera sido extra?o dado que Eslovenia es un pa?s con apenas diez a?os de vida como tal. La sorpresa me la dio Alfonso Romero, cuando public? en su cr?nica para la revista Jaque que hab?a sido precisamente al rev?s: seg?n sus averiguaciones, fue el tolar el que inspir? la aparici?n del d?lar, al ser de origen checo/esloveno los encargados de la f?brica de moneda y timbre del imperio estadounidense. ?Qu? cierto es aquello de que no se acuesta nunca uno sin haber aprendido algo nuevo!

Una jugadora afortunada…
Creo que una de las jugadoras m?s afortunadas de la Olimpiada fue mi buena amiga Patricia Llaneza. Debutaba en una Olimpiada, lo cual ya es motivo m?s que de sobra para hacer feliz a cualquiera. Celebr? su 23 cumplea?os en Bled, rodeada de amigos de todas partes del mundo. Consigui? la medalla de bronce en el tercer tablero, y a punto estuvo de hacer norma de GM. Pero no queda ah? la cosa: por si todo esto fuera poco, un lanzado lugare?o le pidi? matrimonio a nuestra ajedrecista. Lamentablemente no fue correspondido, por lo que no podemos hablar de final feliz (al menos, feliz para el esloveno).

… y otros con mucha peor suerte
Stuart Conquest lleg? a Bled cuando la Olimpiada ya iba por la tercera o cuarta ronda. El motivo fue el siguiente: Justo el d?a anterior a su viaje a Eslovenia, sufri? en Londres el robo del malet?n en el que llevaba su ordenador port?til, junto con toda su documentaci?n -inclu?do el pasaporte- y una respetable cantidad de dinero en efectivo. Afortunadamente no se trat? de un robo con violencia, pero Stuart estaba muy desanimado de todas formas. Tan pronto como pudo solucionar los papeleos para obtener un nuevo pasaporte se incorpor? al equipo ingl?s.

Parecida o peor suerte corri? Carlos Santos, de Portugal. Para empezar, encaj? cinco derrotas consecutivas. Continu? con una p?sima racha en el casino, que le hizo perder una cantidad incre?ble de gallifantes (yo creo que a las fichas de casino tambi?n se les puede llamar as?). Luego sufri? el robo de su cartera en el m?tico pub 'El Fara?n' (donde muchos perdieron la cabeza), con documentos, tarjetas de cr?dito… y por ?ltimo, ya de vuelta en el aeropuerto de Lisboa, y cuando se cre?a a salvo de m?s desgracias, en un momento de despiste le robaron tambi?n el port?til.

Bled, paraiso tur?stico
Es dif?cil describir el ambiente m?gico que tiene Bled, y m?s a?n en oto?o, con todo cubierto de hojas y de colores dorados. Lo m?s acertado que se puede decir es que parece un paisaje sacado de un cuento de hadas. La iglesia en medio de la isla del lago tiene algo de fantasmal, y lo mismo el castillo que domina todo el valle, constru?do en un risco al borde del agua. Alguien con un poco de mala leche coment? que Eslovenia ten?a «todo lo bonito de Suiza, pero adem?s sus habitantes eran amables». Para quien le guste la monta?a, desde luego, no puede imaginarse un lugar mejor. R?os y lagos de aguas cristalinas, gargantas, cuevas, monta?as nevadas… Mucha gente, como Psakhis, madrugaba para dar un largo paseo siguiendo todo el contorno del lago, unos siete kil?metros en total.

Un poco de m?sica
Hab?a dos hoteles que sol?an convertirse en centro de reuni?n: el Toplice, ya mencionado, donde la gente gustaba de tomarse algo tranquilamente, y el Park, mucho m?s animado, donde se alojaban los espa?oles y que, por su cercan?a a los pubs y al casino, sol?a ser el lugar elegido para tomarse la primera copa. En ambos hab?a hab?a un piano, y en el Park pudimos disfrutar de varias actuaciones improvisadas por ajedrecistas: El israel? Sutovsky dio toda una exhibici?n, ya que no s?lo tocaba sino que tambi?n cantaba (menuda voz tiene el t?o). Por su parte, la alemana Elisabeth Paethz, campeona del mundo juvenil, tambi?n se revel? como una virtuosa del piano, acompa?ada por su novio.

Obvia decir que no nos libramos en Eslovenia del dichoso 'Aserej?', e incluso en el pub 'Latino' nos pon?an la discograf?a completa de 'Las Ketchup', aparte de Shakira, Enrique Iglesias… Hasta llegamos a escuchar a Manolo Escobar.

Pap? Kirsan
Somos una familia, dice el lema de la FIDE, y parece que Kirsan quiere ser algo as? como el padre adoptivo de todos nosotros. El d?a que se confirm? su victoria en las elecciones de Kalmikia, la organizaci?n pidi? por megafon?a un aplauso para el Presidente justo antes del inicio de las partidas. La propuesta fue secundada con moderado o m?s bien escaso entusiasmo por la mayor?a de los ajedrecistas.

La mayor sorpresa se produjo el d?a de la llegada del flamante Presidente a Bled. Todos los jugadores se encontraron al regresar a su habitaci?n con que hab?an sido obsequiados con el «kit Kirsan». Una bolsita con el lema «Kirsan with FIDE, FIDE with Kirsan», que conten?a una camiseta, una gorra, una chapa, un pin, un bol?grafo, un calendario… todo ello adornado con el careto del presidente y el lema de marras. A veces los pol?ticos no saben medir la l?nea que separa la propaganda del rid?culo, quiz? porque carecen por completo de verg?enza.

La Bermuda Party
Siendo la primera vez que visitaba una Olimpiada, una de las cosas que descubr? y que m?s me sorprendi? (gratamente), fue la llamada «Bermuda Party». Por lo visto, es una tradici?n muy arraigada que, la noche previa a uno de los d?as de descanso, los jugadores de las islas Bermudas organicen una macrofiesta a la que pr?cticamente acuden todos los ajedrecistas, con muy contadas excepciones. Y estamos hablando de una asistencia de unas 1.500 personas, que no es poca cosa.

Al llegar all?, nos encontramos con los anfitriones elegantemente ataviados, con chaqueta, corbata, zapatos… pero con pantalones bermudas, no pod?a ser de otra forma. Por lo visto, con esas pintas all? es habitual salir a la calle o irse a la oficina, sin que nadie se extra?e. Pero las escenas m?s pintorescas a?n estaban por llegar. Si alguien llega a decirme antes de hacer este viaje que alg?n d?a iba a ver a Ivanchuck bailando «Aserej?», o al grandull?n Speelman desmelenarse con «You can leave your hat on» (el tema principal de nueve semanas y media), me hubiera re?do de buena gana. Pero as? fue, y puedo prometer (aunque alguno no se lo creer?) que no se trataban de alucinaciones m?as por abusar del zganje.

Un par de d?as m?s tarde nos enteramos de que durante la fiesta se hab?a producido una desaparici?n. Un jugador cuyo nombre y equipo no citaremos, por discreci?n, no volvi? a dar se?ales de vida hasta dos d?as despu?s de la bacanal, para preocupaci?n de su delegado y sus compa?eros. ?Ser? por lo mismo por lo que a veces desaparecen barcos en el tri?ngulo de las Bermudas? Sospechoso, muy sospechoso.

Los patrocinadores de la Olimpiada
?Qui?n hab?a dicho que el ajedrez no atrae patrocinadores? En Eslovenia pudimos ver muchas y muy variadas empresas que prestaron su apoyo a nuestro deporte. En primer lugar hay que citar a la marca de cerveza Lasko (www.pivo-lasko.si/), que quiz? no fue la que hizo una mayor aportaci?n econ?mica, pero indiscutiblemente fue la que proporcion? mejores ratos a los ajedrecistas. Hay que decir que la cerveza en Eslovenia, al igual que en la mayor?a de los pa?ses del este, es de muy buena calidad, con menor graduaci?n que aqu?, un sabor algo m?s suave, y bastante barata. Y habitualmente se sirve de medio litro en medio litro. As? que no es de extra?ar que el stand de Lasko, en una gran carpa cercana a la sala de juego, estuviera permanentemente lleno de gente.

Sin embargo el patrocinador estrella era el que financi? la participaci?n de la seleccion australiana: la marca de preservativos Jaque Mate (www.getcheckmate.com.au/index.html). Fueron muchos los comentarios jocosos que esto provoc?, incluso en RNE, donde el compa?ero Leontxo brome? sobre el asunto. Creo que fue Alexander Wohl quien, vistiendo una camiseta de Condones 'Jaque Mate', y con una cerveza Lasko en la mano, dijo aquello de que «lo importante es tener satisfechos a los patrocinadores».

Kasparov vuelve al redil
Una de las noticias del a?o en el mundillo ajedrec?stico fue el regreso de Kasparov a la tutela de la FIDE. Y no s?lo ha vuelto al redil, sino que adem?s se ha convertido en el cordero m?s manso del reba?o. Sin embargo, en el congreso que tuvo lugar durante la Olimpiada, se llegaron a decir cosas que yo nunca cre? que escuchar?a. Por ejemplo, al respecto de los pr?ximos matches de reunificaci?n, fue memorable cuando Kasparov dijo, con su habitual vehemencia, que «los jugadores no son qui?n para imponer condiciones a la FIDE». No s? c?mo hicieron los asistentes para contener la carcajada, pero fue probablemente la frase m?s comentada en los corrillos a la salida. Kasparov se desdice de todo lo que estuvo defendiendo durante 15 a?os, y de casi todo lo que escribi? en su autobiograf?a. ?Volver? a cambiar de opini?n pasados unos meses? Tiempo al tiempo.

Viajeros somos…
… y en el camino nos fuimos encontrando. Aunque Ljubljana cuenta con su propio aeropuerto, algunos optamos por viajar a trav?s de aeropuertos vecinos, como Klagenfurt (Austria) o Trieste (Italia), que contaban con una mayor oferta de vuelos, y luego enlazar luego con Bled por tren. En mi caso, vol? de Londres a Trieste, una ciudad con bastante encanto, donde el aventurero y explorador Sir Richard F. Burton (no confundir con el actor), durante uno de sus breves periodos de sedentarismo, tradujo al ingl?s obras cl?sicas como el Kama Sutra, Las mil y una noches, o el Ananga Ranga.

Ya en la estaci?n de tren, a punto de partir, me encontr? con un variopinto grupo de personas, y cu?l no ser?a mi sorpresa cuando me di cuenta de que todos ellos eran ajedrecistas: jugadores de Chile, Puerto Rico, e incluso un par de aficionados ingleses a los que reconoc? porque -casualidades de la vida- hab?a coincidido con ellos en el metro de Londres esa misma ma?ana, camino del aeropuerto, y luego en la cola para facturar. Surgi? entre todo el grupo la t?pica complicidad y camarader?a que se da en estos casos, y recuerdo con especial cari?o a una simp?tica pareja, la jovencita Paula Reyes y su padre, Manuel, que ven?an de visitar Venecia, y que tras la Olimpiada continuaron su viaje hasta Grecia, al Campeonato Mundial juvenil.

Tambi?n al marcharnos se dieron bastantes encuentros casuales y curiosos. Yo viaj? hasta Venecia acompa?ado de Leontxo Garc?a y de su esposa, y tras despedirnos all?, en el par de d?as que me tom? para conocer la ciudad, me tropec? con muchas caras conocidas. Y es que ya sabemos que esto del ajedrez para muchos es principalmente una excusa para hacer turismo a su manera.

Personas y personajes
Hay muchas, much?simas personas que han hecho de ?ste un viaje muy especial:

    Patty y Romero, mis infatigables compa?eros de juerga, quienes vieron recompensado su buen hacer en la Olimpiada con sendas medallas. Nos lo pasamos tan bien que ya tenemos ganas de repetir, aunque haya que viajar hasta Kenia. Y el resto del equipo espa?ol, Pablo, Julen, Paquito y Jordi, que son tambi?n unos t?os cojonudos.
    Leontxo, un compa?ero de viaje excepcional, con quien compart? apartamento durante esos 17 d?as, y a quien recomiendo fervientemente que escriba gu?as de viaje, porque es lo suyo. Nos hizo incontables favores a m?s de uno, como cuando se prest? a hacer de ch?fer en varias aventuras al otro lado de la frontera austr?aca, llegando a ser muy popular entre los aduaneros.
    El equipo de Portugal al completo (Galego, D?maso, Santos…), que siempre estaban ah? cuando se les necesitaba (hablo de los pubs, c?mo no). Nocturnos y parranderos empedernidos, incluso superamos las haza?as de Creta. Les debo una visita a Lisboa que prometo hacer en cuanto tenga ocasi?n.
    El amigo Alexander Wohl, con quien charlamos sobre algunas cosas importantes de la vida mientras nos tom?bamos una cerveza (bueno, muchas cervezas).
    Manuel Weeks, un australiano de origen andaluz, que habla con una divertida mezcla de acento ingl?s y malague?o, y que es uno de los grandes animadores de la Olimpiada.
    El «cazador de tiburones», que amenaza con organizar en Menorca la mayor Bermuda Party de la historia.
    Y el resto de personajes que pululaban por all?: Las eslovenas, que eran todas muy guapas y simp?ticas (si no lo digo, reviento). Mohamed, el argelino, por lo que nos re?mos con ?l. Los de las islas Feroe, que no la apeaban en todo el d?a. El sinverg?enza de la pajita, que siempre estaba arm?ndola en el Fara?n, y casi se queda a vivir all?. El keniano, negro como un tiz?n y que era todo sonrisa, con un nombre demasiado complicado para recordarlo. El chiflao con cara de vampiro que daba la brasa a Patty y Romero, y al que yo no hac?a m?s que esquivar. Los de Angola, la Pokorna… y el clan de la chaquetilla de cuero, que nos dieron mucho de qu? reirnos wink.gif

5 comentarios en “Anecdotario olímpico

  1. Patty43

    Qu? recuerdoooooooooos snif snif laugh.gif

    Algunas puntualizaciones:

    Bled es el para?so, a?n mejor de lo que cuenta Llada, de lo que pueda decir cualquiera, de lo que se ve en las fotos… Strikovic y su mujer se conocieron y se enamoraron en Bled, hace ya unos cuantos a?os. Como dec?a Jelena, «ten?a que ser Bled».

    Sobre las personas que hicieron tan especial la olimpiada yo a?adir?a a Laura y Ngang (Australia) y su capit?n, a los andorranos y al equipo femenino de Venezuela. Y por lo que nos re?mos, a Bacrot, Khalifman y Pono. Por cierto, no s? Llada pero yo nunca me re? con Mohammed. Como mucho, nos re?mos DE ?l;-)

    Al sinverg?enza de la pajita que pululaba por el Fara?n me parece que lo conozco, pero no estoy segura;-) Convendr?a que Diogo Fernando («Sombra») y Victoriano Gallego nos dieran m?s informaci?n, porque creo que coincidieron con ?l y guardan un gran recuerdo de sus aventuras.

    La Bermuda Party seg?n Leontxo es «el segundo acontecimiento m?s importante de una olimpiada». Seg?n Matamoros, ya merece la pena ir a una olimpiada s?lo por esa noche. Y seg?n Rui D?maso, «? una borrachera increiiiiible… incluso para nosotros que estamos acostumbrados». La verdad es que salvo Leko, Polgar, Kasparov y cuatro m?s, ah? estaba todo el mundo y, dejando aparte borracheras tremendas como la de Chuky, era un espect?culo. Recuerdo a un equipo africano cuyos componentes aparecieron vestidos con el polo «Kirsan with FIDE, FIDE with Kirsan».

    De la oferta de matrimonio… no comment. Pero hab?a un tipo peor, «el loco de la barba», y Llada ten?a la paranoia de que ?l y yo hac?amos buena pareja mad.gif

    Mucha gente de pa?ses lejanos aprovech? para hacer turismo cuando termin? el torneo. De la delegaci?n australiana me parece que nadie volvi? a casa: se desperdigaron por Alemania, Italia, Inglaterra, Grecia… Qu? peligro wacko.gif

    Y tantas, tantas cosas… Deber?a haber na olimpiada cada mes, con diez d?as libres en medio para recuperarse cool.gif

  2. Penroyal

    Holaaa a tod@s… la verdad dan ganas de ponerse a estudiar ajedrez solo para ir a las olimpiadas… ya tengo todo previsto vereis:

    1. Empezar a estudiar ajedrez y dejar trabajo mujeres ni?os y obligaciones para otra epoca.

    2. Buscar a alguien que me mantenga (Papa, mama, no os he dicho nunca lo muuucho k os kiero)

    3. Visto el nivel en Espa?a, me nacionalizar? Andorrano que total me queda aqu? al lado (con todos mis respectos a la selecci?n andorrana).

    4. Me comprar? unos bermudas y c?mara de hacer fotos de esas que no se ven y fotografiar? a m?s de uno durante la olimpiada tongue.gif

    5. En caso de fallar todo eso me ofrezco para llevar las maletas a patty o jesgar cool.gif

    6. Saludos a tod@s y en serio me habeis hecho rabiar… me estoy pensando irme a Bled de vacaciones este verano wink.gif. No hacen un open por alla?? decidme k si k cojo y me voy ohmy.gif

  3. jesgar

    Pues en Bled no se pero s? que se est? empezando a institucionalizar una expedici?n asturiana en verano a Chequia que pilla por all? cerquita y con el mismo esp?ritu festivo. Seguro que alguien que lea esto te puede informar.

  4. Penroyal

    Pues agradecer?a que me pasarais informaci?n… eso si yo prometo no desaparecer durante dos d?as y asustaros a tod@s tongue.gif. Aunque conociendo a la gente vete tu a saber como akabaremos…. wink.gif. Si las fechas son adecuadas a lo mejor monto algo desde aqu? Catalu?a y nos vamos todos para alla a invadir chequia.

  5. Patty43

    Chequia est? muy guapo y la cerveza es la mejor del mundo, pero yo propongo un destino nuevo cool.gif . Esta tarde me ha mandado un mail uno de los personajes de la Olimp?ada, Alex Makatia (Kenia), con informaci?n sobre un torneo que se disputa en su pa?s.

    Como el documento est? en ingl?s y he visto en el foro de AjedrezAstur que la gente est? muy susceptible con eso de los mensajes en otros idiomas aparte del patrio, pues no lo cuelgo para que no se metan conmigo. Pero si a alguien le interesa le env?o el fichero word (que incluye fotonas del paisaje rolleyes.gif )por e-mail.

    El Chess-Safari (o «Kenya Safari Adventure») tendr? lugar en Marzo del 2003, en fechas a?n sin determinar.

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