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Tira palante que libras

Budapest

Casi lo que mejor describe lo que pasó en el II Memorial Barcza en Budapest es la foto que encabeza esta entrada. Un grupito de jugadores, dos de ellos asturianos (y uno del Uni, además) se van a dar una vuelta por Budapest y a hacer turismo contemplando la ciudad, porque lo que es el torneo y los florines húngaros creo que no vieron nada (y si vieron algo, seguro que prefieren olvidarlo).

El título de la entrada, muy a lo emprendedor español, copiado del blog de la Patty es otra perfecta descripción. Un organizador, Gabor Pali, que encomendándose al espíritu santo se lanza a organizar un torneo categoría 13 invitando a jugadores y prometiendo fijos y cobrando inscripciones. Parece que los patrocinadores fallan (más bien seguro que nunca existieron y la idea era primero montar el torneo y a ver si así llegaban) y un grupo de jugadores se quedan tirados en Budapest (bueno, alguno no tan tirados, verdad David? 😉 ) compuestos y sin torneo.

Por otro lado nada destacable, algo que pasa en todas las facetas de la vida donde aparecen a menudo individuos como éste Gabor Pali, tampoco es cosa de fustigar al ajedrez gratuitamente. Lo que ya no tengo tan claro, es que a los rankings más altos del torneo, que participaban cobrando un fijo se les pueda engañar tan fácilmente. Vuelta de nuevo a la profesionalidad de la «élite» (élite de grado bajo en este caso), que parece que es habitual que no se preocupe por ningún tipo de mínimas garantías, claro que acostumbrados a cobrar en mano como se hace habitualmente en ajedrez donde el cheque y la transferencia son unas perfectas desconocidas pues …

No me extiendo más, y os dejo unos enlaces para «salsarosear» un poco sobre el tema, porque al fin y al cabo el marujeo y el pataleo es todo lo que quedará de ésto.

The Week in Chess.
Chessvibes.
Federación Húngara.

Los clubes europeos no tienen infraestructura

Llevaba unas cuantas semanas dejando dormir en el archivo del Bloglines un artículo de Chessdom sobre la pasada Copa de Europa en Grecia. Clubs are lacking in infraestructure se subtitulaba, y con ese subtítulo llamaba más la atención que cualquier otro. Transcribo la parte del artículo referente a ese subtítulo:

Further on the issue of clubs, you will notice paradoxical thing – the almost complete absence of the chess clubs in the commonly perceived presentation. Teams competing in the national championships and in the European Club Cup, are very often not a collective, but simply a set of artists. And the problem is not in the individualism of players, but the fact that teams are gathering only for the tournaments. There are simply no other club events. Naturally, in such a situation, clubs are lacking in infrastructure, and the changes occur far too often, because players are rarely contracted for longer than a year. Add to this that language barrier often stands in between team-mates. What to say, chess clubs and their members should work to improve in this aspect.

Traducción libre: Los clubes participantes son un conjunto de maestros que se reunen sólo para participar en las competiciones, es por ello que no hay una verdadera infraestructura (ni de bienes ni de humana, añadiría yo) alrededor de los clubes, incluso de los más importantes. Dado que no existen muchas competiciones de clubes, los jugadores no son contratados por más de un año (¿¿¿tanto??? ¡5 días más bien! de nuevo añadido propio) existiendo además barreras idiomáticas entre los foraneos y los locales.

En otras palabras, lo que todos ya sabemos. Que el profesionalismo en ajedrez es una quimera, que los clubes salvo contadas excepciones son administrados por un individuo a golpe de talonario y que el ajedrez organizado de clubes prácticamente no existe. Y para lo que existe, un jugador puede participar en varias competiciones con distintos clubes en la misma temporada. En resumidas cuentas, que así es imposible crear verdaderos clubes que puedan subsistir por sus propios medios. Y lo que es más importante, posiblemente para llegar a estas conclusiones no haga falta alcanzar la arena internacional y nos baste con remitirnos a la nacional e incluso a la autonómica. ¿A dónde vamos así?